sábado, 19 de mayo de 2012

Estrenando el nuevo equipo en conciertos

Los que me sigais a través de mi Facebook ya lo sabréis: estos días estoy como niña con zapatos nuevos, porque recientemente he actualizado mi equipo fotográfico y he dado el salto a full frame con mi largamente deseada Canon 5D Mark II.

Hacía más de cuatro años que mi modesta Canon 450D era mi fiel compañera en mis aventuras fotográficas, y aunque la pobre ha sobrevivido a situaciones un poco límite como una campeona y me ha brindado inumerables alegrías (ya le escribiré su merecido post de homenaje un día de estos), yo notaba que había llegado el momento de dar un paso adelante como fotógrafa, porque sus prestaciones se me empezaban a quedar pequeñas.

Vaya por delante que soy de las que piensan que la cámara no hace al fotógrafo, y que si una no tiene ojo, de nada sirve tener el mejor equipo del mundo, pero lo que está claro es que para determinados tipos de fotografía, como la de conciertos, hay prestaciones que te ponen el trabajo más fácil, y sin las cuales te ves muy limitado. Así que al final me decidí a hacer el esfuerzo y comprarme la que durante los últimos dos años había sido la cámara de mis sueños.

Al ser la 5D Mark II full frame, y ser todos mis anteriores lentes de tipo EF-S, ninguna me servía para la nueva cámara, así que me compré el pack con el objetivo Canon EF 24-70mm f/2.8 L USM, que era un ahorro considerable en comparación a comprar cámara y objetivo por separado. Me llegó el martes de la semana pasada, pero tuve que esperar una semana para estrenarla en concierto con los Russian Circles y Deafheaven en La [2] de Apolo. Y aunque estaba ansiosa por probarla en el campo de batalla, hay que reconocer que un bolo de Russian Circles no es el mejor concierto en el que estrenar cámara: cómo les gusta a estos chicos tocar casi a oscuras, cómo les gusta el humo... Pero se lo perdonamos todo porque son unos verdaderos máquinas. Por lo menos tuve excusa para arriesgar con los ISOs más altos y ver cómo rendía la cámara:

Foto disparada a ISO 4000, sin activar la reducción de ruido... la cantidad de ruido resultante no dista mucho de cuando disparaba a ISO 1600 con mi 450D:

Russian Circles, La [2] de Apolo

ISO 3200:

Dave Turncrantz, Russian Circles

Deafheaven, La [2] de Apolo

Al día siguiente fue el turno de Tortoise en la sala Apolo (la grande) y, ¡aleluya! En esta ocasión sí que la iluminación acompañó. Ahí fue cuando me di cuenta realmente de la delicia que es disparar con mi nuevo equipo. La nitidez es brutal:

Tortoise, Sala Apolo

Incluso en los recortes y a ISO 1600, la calidad de la imagen aguanta el tipo con nota:

Tortoise, Sala Apolo

En fin, que estoy contentísima, creo que esta bestia parda tiene un potencial que no te lo acabas, y estoy deseando dedicarle mucho tiempo para llegar a domarla. ¿Alguien en la sala tiene la Canon 5D Mark II, o quiere hacerse con ella en el futuro? ¿Qué impresión os dan estas primeras fotos? ¿Veis una diferencia sustancial respecto a mis fotos anteriores?

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